Safaris Jue,19 Feb,2015
En este planeta hay lugares bellísimos, indómitos, paradisíacos... y también están los lugares curiosos. La línea del ecuador que divide a nuestro planeta en dos es uno de esos lugares.
Esta línea del ecuador atraviesa Kenya y aquellos que en su safari decidan poner rumbo al norte para visitar parques como Samburu o Sweetwaters tendrán la suerte de poder cruzar esta curiosa línea imaginaria. En varios puntos de esta línea, hay colocados carteles que indican que estás en el ecuador del planeta.
La primera vez que vi uno de estos carteles pensé que bueno, estarían situados “más o menos” donde se supone que está el ecuador, porque al ser una línea imaginaria... Pero mi sorpresa fue mayúscula cuando nos dijeron que nos iban a realizar la demostración del “Efecto Coriolis”.
El efecto Coriolis consiste, en pocas palabras, en que en el hemisferio norte de la tierra, el movimiento se produce hacia la derecha, y en el hemisferio sur hacia la izquierda. Y en África, en el ecuador, lo tuve ante mis ojos!
¿Cómo se demuestra el Efecto Coriolis?
Para la demostración se necesita: un chico muy amable que nos muestra el proceso, un cubito de plástico, un recipiente con un desagüe (o un embudo grande), agua y una cerilla.
- Nos vamos unos metros al norte del supuesto ecuador, unos pasos al lado del cartel. El chico vierte el agua sobre el embudo, el agua comienza a girar conforme sale por abajo y cae en el cubo, y el chico pone una cerilla en el agua en movimiento. La cerilla gira a la derecha. Bien, estamos en el hemisferio norte.
- Nos movemos unos metros hacia el otro lado del cartel, donde se supone que ya es hemisferio sur. El chico vuelve a realizar el mismo proceso. Pone la cerilla en el agua en movimiento y... la cerilla gira a la izquierda... Wow, va a ser cierto que la línea imaginaria pasa más o menos por donde está colocado el cartel.
- Nos colocamos justo donde está el cartel, teóricamente sobre la línea del ecuador. El chico vierte el agua pero...el agua comienza a salir por abajo sin que se produzca ningún movimiento, ni derecha ni izquierda. El chico pone la cerilla en el agua y... ¡la cerilla no se mueve! Para mi sorpresa, el cartel está colocado justo en la línea del ecuador.
Había estudiado anteriormente el efecto Coriolis, pero ver con mis propios ojos esta demostración, y la precisión con que se cumple, caminando solo unos pasos al norte o al sur, me dejó un buen rato pensativa.
Continuamos nuestro camino, vamos a seguir descubriendo las maravillas de este lugar donde vivimos.
