Visita a una aldea o manyatta masai

Una de las actividades que se pueden realizar durante un viaje a África es la visita a una aldea o manyatta masai (aunque también hay otros como los Samburu, Pokots…). Para algunos es una maravilla, otros los consideran un poco turístico, pero no hay duda de que es bastante interesante conocer otras formas de vida, una cultura diferente, y una forma de entender la vida bastante peculiar.

En Hisia Safaris intentamos siempre acercar al viajero a manyattas poco visitadas, que se mantengan intactas y que pueda transmitir al viajero esa sensación de exclusividad que nos cautiva de África.

Los masais son poblaciones semi-nómadas, y es que aunque cambien de sitio, no lo hacen con tanta regularidad como otras poblaciones como pueden ser los Samburu. Normalmente permanecen unos 8-10 años en el mismo lugar, por lo que sus viviendas son hechas con más esmero puesto que estarán un tiempo considerable habitándolas. Aunque reciben el nombre de “masais”, también están presentes en otros parques además de en Masai Mara, como Serengeti, Ngorongoro, Tarangire…

Antes de acceder a estas manyattas, el jefe de la aldea o algún miembro importante saldrá a recibirnos y a recibir el dinero de nuestra visita, el cual emplean sobre todo en los niños, en su educación y en material escolar, ropa, etc. Una parte también va destinada a los mayores, a comprar ropa, materiales e incluso ganado si es necesario. Y una cosa curiosa es que este dinero no va destinado solo a esa aldea, sino a un grupo de aldeas relativamente cercanas, que forman una comunidad y se respaldan entre ellas para que todas puedan recibir esos beneficios.

Aunque como siempre es mucho mejor verlo en primera persona que leerlo, os contaré algo sobre estas aldeas, sin desvelaros muchas de las cosas que os encontraréis cuando estéis allí.

A vuestra llegada, los habitantes de la manyatta os recibirán con bailes y cantos típicos, a los que os animarán a uniros, primero los hombres, y luego las mujeres y niños, siempre con sus mayores sonrisas y una amabilidad cautivadora.

Tras esto, os introducirán en su aldea, os contarán como es el día a día, desde que se levantan, salen a pastar con el ganado, etc. Su sistema político, cómo resuelven los problemas o incidencias que pueden ocurrir, normalmente siempre hay un comité de los hombres más importantes de la aldea que realizan un veredicto que hay que respetar.

Os explicarán también cuál es el rango de los masais con respecto a la edad, ya que van pasando por varias etapas, que se ven reflejadas en el tipo de ganado que pueden llevar a pastar. Los masais más jóvenes podrán responsabilizarse de grupos de ovejas. Los que son un poco mayores llevarán a pastar a las cabras, y cuando son adultos se harán cargo de las vacas, las más valiosas.

Os contarán también cómo es una boda masai, cómo se visten, cómo realizan la celebración… Normalmente los jóvenes masais eligen su primera pareja, con la que se casan, y después el hombre puede elegir más mujeres. Cada una de ellas vive en su propia casa, construida por ellas mismas, y el hombre va rotando entre ellas. La poligamia entre los masais es algo normal, y os explicarán que cuantos más hijos tiene un hombre, mayor es su fortuna, puesto que los hombres lo ayudarán en el trabajo, y las mujeres se casarán, recibiendo una dote que ayuda a la familia. Por tanto, cuantas más mujeres tengan, más hijos podrán tener.

Vais a ver también cuál es su alimentación, casi siempre basada en la mezcla de leche y sangre de vaca, una mezcla muy nutritiva y de la que se alimentan casi exclusivamente. Solo en ocasiones especiales toman carne de algunos de sus animales. Os contarán también como conviven con los animales salvajes en la amplitud de la sabana, y cómo se pueden defender de ellos llegado el caso. Veréis cómo es el sistema para encender el fuego e incluso os animarán a intentarlo.

Os explicarán también cómo es el sistema escolar, en el que últimamente están haciendo mucho hincapié. Enseñan inglés a los niños desde edades muy tempranas y creen cada vez más necesario educar por igual a niños y niñas, lo cual ya es un avance muy grande.

A los que destacan más en la escuela, se les proporciona una educación superior incluso a nivel universitario. Muchos de ellos optan por seguir con una vida más occidentalizada en las ciudades, pero también muchos deciden volver a vivir a las manyattas y seguir con su tradicional forma de vida.

Os introducirán en sus casas, para que veáis la distribución interior, y en resumen, os harán sentir como uno más mientras estéis allí.

Para finalizar, os llevarán a un mercadillo de artesanía que tienen en cada aldea, con collares típicos, pendientes, pulseras, tallas de madera y muchas cosas más, cuyos beneficios también van a parar a la comunidad.

Aparte de todo esto, aprenderéis mucho más sobre ellos en vuestra visita. En definitiva, pensamos que la visita a una de estas tribus es altamente recomendable, y para disfrutarlas es aconsejable ir con la mente bien abierta, dispuestos a intentar comprender aspectos de su vida que no nos resultan habituales y entendiendo que, a veces, la felicidad también se encuentra en el último rincón del planeta.